
35º de temperatura. Sol abrasador por momentos. No se vislumbra ni una brizna de aire que intente refrescar el ambiente. El concierto de cigarras alegra al caminante. Sol y sombra durante todo el trayecto. La camisa siempre pegada por el sudor a la espalda.
Estoy en Banyoles. Junto al lago olímpico. La familia dándose un bañito refrescante en una de las zonas habilitadas. Como no soy demasiado de agua, mejor una cervecita bien fría, cojo la bolsa fotográfica y me dispongo a hacer una vuelta al lago, en busca de algún ave a la que inmortalizar en pleno vuelo. No me apetece demasiado el tema paisaje de una zona tan fotografiada y tan bonita. Pero no… Con este calor no hay bicho que se mueva. Cambio de objetivo. Hoy tocarán insectos y flores. Un par de horas de paseo fotográfico dan para una buen reportaje. Os dejo con los resultados.