Analía Carril. Voz
Olvido Lanza. Violín
Marcelo Mercadante. Bandoneón
Javier Feierstein. Guitarra
Juan Esteban Cuacci. Piano
Emiliano Roca. Contrabajo
…Y el Tango se hizo Música y la Música se hizo Alma… O el Alma se hizo Música y la Música se hizo Tango… O el whisky se me subió a la cabeza y el Tango me bajo a los pies… O el Tango se metió en mi cabeza y el whisky me bajó a los pies… O… ¡Yo que se! Lo que sí se es que salí del Sunset Jazz Club en una nube que apenas me dejó dormir. Y es que el bandoneón de Marcelo irradiaba su alma a los presentes, el piano de Juan Esteban transmitía pasión y nada más que pasión en todos sus acordes, mientras Emiliano al contrabajo, se encargaba de que el ritmo no aflojara un solo instante. Y cuando parecía que ya era suficiente, te dabas cuenta que Javier y su guitarra, con su melodía hipnótica, estaba ahí acompañando, mesando, acariciando nuestros oídos… Puro tango, puro jazz… Y de vez en cuando la voz de Analía, áspera, profunda, apasionada y contundente poniendo letra triste, amorosa, ácida y alegre a un tiempo, como en todo tango que se precie debe haber. Y como guinda del pastel Olvido, todo sentimiento al violín. Creo que me enamoré de ella desde la primera nota… y como yo todos los presentes. ¡Un auténtico volcán con el arco y el violín en las manos!
Un concierto sublime que tardará tiempo en ser olvidado por nuestras mentes. Tango, Jazz, música en estado puro.
Os dejo con algunas de las imágenes. Confieso que esta vez ha sido complicado hacer buenas tomas ya que cuando menos me lo esperaba estaba embelesado con el espectáculo olvidándome que tenía la cámara entre las manos.