Aprovechando la suavidad de temperaturas de este invierno y que no se decide a llover, decidimos que es un buen momento para organizar la primera excursión de montaña, oficial, con los peques. Con cuatro y cinco años ya empiezan a desenvolverse bien en caminatas que no sean demasiado dificultosas ni largas. Que divertido ver la excitación con la que cargaban sus mochilas a la espalda y empezaban a caminar… El lugar elegido: el volcán de Sta. Margarida, en el municipio de Santa Pau, muy cercano a la capital de la Garrotxa: Olot. A penas 40 minutos de paseo que disfrutamos de lo lindo. Y el paisaje, aunque siempre es espectacular en esta zona, en pleno invierno una sorpresa incluso para mi. Para finalizar la jornada y de vuelta a casa, una pequeña parada junto al olímpico Estany de Banyoles para acabar de gastar energías y efectuar un pequeño refrigerio.
Aunque el objetivo de la salida no era fotográfico, sí que quedaron imágenes que me gustaría compartir. Aunque son lugares muy fotografiados y ya poco que se puede aportar sobre ellos, ahí queda «retratado» un día bastante encapotado pero con un encanto especial según mi visión particular.