Un par de paseos con los “peques” buscando los colores de otoño… En el “cole” se los han explicado y a por ellos vamos. Pero encontramos bonitos colores poco otoñales. Una temporada bastante seca con templadas temperaturas nos deja unos paisajes algo atípicos para esta época del año.
En Girona, al lado de casa, poca gente paseando tranquilamente y fantásticos rincones que visitar al lado del río Ter. Como siempre los habitantes de la ciudad, de espaldas a sus espacios naturales, nos dejan unos momentos de auténtico relax. ¡No saben lo que se pierden! (por suerte para nosotros).
Otro día intentamos acceder a la “Fageda d’en Jordà”, hayedo centenario en la comarca de la Garrotxa… ¡Imposible! Aparcamientos llenos, ríos de gente en los márgenes de la carretera… una romería. Cinco quilómetros más allá, en la zona de “Els Arcs de Santa Pau”, soledad absoluta, silencio solo roto por una ligera brisa y los pájaros que no han emigrado… y los dos críos extasiados por la libertad en los grandes espacios. Fresco en las zonas de sombra y calor al sol. Algunas setas, “grèvol” (acebo) típico de la época, hojas secas por el camino y unos bonitos amarillos destacando sobre el verde de la naturaleza.
Os dejo con algunas de las mejores imágenes.