Último día de Primavera. Mañana ya será verano. De paseo con los «peques», el calor empieza a apretar y nos hace sudar tanto a ellos, en sus bicicletas sin pedales, como a mí, a pie, intentando que no me saquen demasiada distancia. Menos mal de Eva Mª que lo tiene todo bajo control… si es que dos «criajos» de dos y tres años se pueden llegar a controlar… Las lluvias de los últimos días todavía han reavivado más los verdes primaverales y han dejado a las flores en todo su esplendor. A pocos minutos caminado desde casa un estallido de naturaleza.
… y aquí estoy: sin objetivo macro ni trípode… ¡como han tenido que cambiar mis hábitos desde que estan los «monstruitos»! Menos mal que unas buenas ópticas (12/40 2.8 Pro y 40/150 2.8 Pro) y la estupenda estabilización de Olympus (Olympus OM-D E-M5 II), me permiten despedir a la Primavera con unas fotografías en condiciones que comparto con vosotros.