Noche cerrada, oscuridad total, unos buenos bocatas de cena y ¡a trabajar! Un sábado por la noche nos juntamos unos cuantos amigos para experimentar lo que se conoce como “Light-Painting” (pintar con luz). El lugar: una ermita abandonada y en lamentable estado, cercana a la localidad de Bescanó (Gironés, Girona). Las cámaras a punto con ISO 100, 30″ de obturación, f 5.6/8, tres/cuatro golpes de flash en mano a 1/4 de su potencia para iluminar las paredes… y un “voluntario” para mover, ante nuestras cámaras, una cuerda con lana de roca encendida fijada en su extremo. Divertido y espectacular. Después de varios intentos conseguimos unas fantásticas instantáneas. Os adjunto unas cuantas de ellas: